La cuarta y última prueba de la Excellence Cup tuvo lugar en el RCN Torrevieja del 26 al 28 de enero y cuando el equipo de la Federación Madrileña de Vela, compuesto en esta ocasión por los integrantes del CN Guadalix: Alba, Natalia y Alfonso Moreno Pérez, se dirigía hacia allí la previsión meteorológica no era muy halagüeña con aviso amarillo de la AEMET para todo el fin de semana por temporal de viento, lluvia y olas en la Comunidad Valenciana. Para esta regata se habían inscrito 379 regatistas procedentes de casi todos los países de Europa: Alemania, Suiza, Polonia, Irlanda, Portugal, Holanda, Bélgica, Italia… e incluso del otro lado del océano: Argentina, Uruguay, México y Bermudas. El nivel de la flota era altísimo, con multitud de chicos que habían competido en mundiales y europeos, y los dos vigentes campeones del mundo en categoría masculina y femenina. Las previsiones anteriormente citadas se confirmaron el viernes 26 de enero, primer día de regata, que amaneció sin lluvia, pero con viento del noroeste con rachas de 22 nudos. El comité de regatas izó aplazamiento en tierra pero, cuando ya estaba en el campo de regatas, decidió izar delta y lanzó a las tres flotas al agua. Así que, aunque algunos niños optaron con buen criterio por no salir a navegar, la mayoría de los 379 inscritos se lanzaron al agua en dirección al campo de regatas y allí estuvieron navegando más de una hora pues el barco del comité de regatas garreaba y no conseguía fondear la línea de salida. En este intervalo de tiempo el viento fue aumentando de intensidad y las rachas de 30 nudos empezaban a notarse esporádicamente por lo que Alba Moreno optó, sabiamente, por retirarse antes de que comenzara la primera prueba. Sus dos hermanos sin embargo decidieron mantenerse en regata y Alfonso salió con la flota azul, mientras que Natalia lo hacía con la flota roja. Una vez que el comité consiguió fondear su barco empezó a dar salidas pero, cuando el primer grupo (amarillo) llegaba a barlovento, las rachas de 30 nudos se habían hecho constantes y el viento azotaba la flota. Lejos de anular el Comité de Regatas siguió dando salidas pero, eso sí, una vez lanzado el último grupo izó la bandera de la cruz roja para que los monitores colaboraran en las labores de salvamento porque el campo de regatas parecía un campo de batalla. A pesar de la dureza de las condiciones nuestros representantes consiguieron tomar la puerta y remontar hacia la llegada, pero ninguno de los dos alcanzó la meta en tiempo límite y eso se debió a que la puerta garreó tanto que el primer clasificado del grupo rojo completó el recorrido en 63 minutos, cuando la duración pretendida eran 45. Lo que significa que la boya garreó cerca de media milla, que era la distancia entre la salida y la primera baliza y que los niños completaban en 15 minutos. Este hecho no fue tenido en cuenta por el comité de regatas ni por el comité de protestas para anular la prueba, ni para reconsiderar las numerosas reclamaciones que se presentaron. Como resumen de la jornada se podría decir que, de los 379 participantes, sólo consiguieron entrar en tiempo límite 60, mucho material roto o perdido en el mar, algún niño a punto de ahogarse, muchos de ellos con contusiones en la enfermería, muchos más con hipotermia y casi todos frustrados por no mencionar otro calificativo. Afortunadamente los dos días siguientes las condiciones mejoraron y el sábado se completaron tres pruebas más. En la primera de ellas Alfonso era penalizado durante la primera ceñida por aplicación de la regla 42 y, posteriormente, descalificado por entender los árbitros que no había completado la penalización correctamente, lo que le relegaba matemáticamente al grupo plata. Su hermana Natalia, sin tener parciales tan buenos, sí consiguió clasificarse en el grupo oro, no sin antes tener que pedir que le reconsideraran la última prueba en la que figuraba inicialmente como DNC. El sábado por la tarde los participantes tuvieron una fiesta de bienvenida en la que se les invitó a una merienda y se sortearon muchos regalos lo que hizo las delicias de la chavalería. Finalmente el domingo se celebraron las series finales de los grupos: oro, plata y bronce con viento de componente este que fue girando poco a poco a la izquierda. En el grupo oro se completaron cuatro pruebas, lo que perjudicó a Natalia que había trabajado muy duro en las tres pruebas anteriores y se encontraba físicamente agotada. En el grupo plata se realizaron tres pruebas y su hermano Alfonso terminó segundo en dos de ellas y vigésimo tercero en la tercera, lo que le permitía finalizar segundo del grupo plata. Alba, por su parte, realizó salidas muy agresivas durante todo el fin de semana, por lo que computó tres BFDs en sus casilleros, lo que la relegaron a las últimas plazas de la flota bronce, aunque sin duda ha acumulado una gran experiencia de cara a próximos eventos. Clasificación
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